Fachada singular con sistema de muro cortina para las oficinas Gamesa Eólica
Francisco Mangado construyó en la Ciudad de la Innovación de Sarriguren este centro de desarrollo tecnológico y de investigación para la empresa Gamesa Eólica. El programa, complejo y con diversas áreas funcionales, se clarificó mediante decisiones conceptuales y arquitectónicas.
Se trata de un edificio con una configuración en U, tratado como un gran mineral horadado en su interior y abierto en uno de sus extremos, para dejar que la vegetación se introduzca en el patio. Esta idea se formaliza en las fachadas contraponiendo la exterior, clara y delimitada, a la interior, quebrada y abierta. Tanto la forma del edificio, como la materialización de las fachadas refuerzan la idea de la pieza mineral, en especial, el uso de vidrios laminares con malla de acero inoxidable en su interior, que producen reflejos y aportan texturas según la incidencia de la luz.
El edificio se orienta de tal manera que la piel exterior se desarrolla hacia el este, sur y oeste, con un sistema de doble fachada acristalada y ventilada que garantiza el buen comportamiento energético en invierno. Mientras, la refrigeración en verano se realiza a través del patio interior ajardinado con grandes árboles que actúan como un pulmón.
En el desarrollo técnico de la fachada de este edificio cabe señalar varios elementos especialmente singulares. Por un lado, el tratamiento de la segunda piel como si fuese un velo sobre la primera, intercalando vidrios con malla metálica integrada para potenciar ese efecto, y por otro, en la primera piel, tanto exterior como la de los patios, destaca el ritmo vertical que imprime los elementos de tapajuntas en T y de los perfiles especiales con alma reducida. Este ritmo solo se rompe por los elementos en voladizo, que sustenta la piel exterior, y que remarca la transición entre plantas de manera diferente, señalando de manera especial una de ellas.
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Fotógrafo Josema Cutillas