Fachada Modular del CITUR Centro de Recepción de Turistas

La principal característica de este edificio es su relación con el entorno, cómo recupera la circulación de las rondas intramuros que rodeaban la ciudad por el interior de la muralla, dando continuidad a los espacios urbanos que le rodean; el Corral de los infantes y el ensanchamiento de la Calle Nuño Rasura junto al Colegio de los Niños del Coro. La nueva conexión creada se convierte en el leitmotiv del proyecto y su materialización en su rasgo más distintivo.

El edificio presenta su principal fachada a la nueva “calle” generada, a través de la cual se realiza el acceso principal. Es en esta fachada donde la envolvente adquiere su carácter contemporáneo y plantea una composición rítmica donde se intercalan las aperturas para el paso de la luz. Destaca la contraposición de los materiales utilizados con el mismo juego volumétrico en ambos lados de dicha “calle”, dando como resultado un espacio singular, antesala del espacio interior, y que se completa con elementos lineales a modo de marquesina.

La estrategia, para llevar a cabo de forma sistemática y eficaz un despiece que a priori se muestra como la unión de pequeñas piezas individuales, es la utilización de un sistema modular. La abstracción de una pauta repetida se formaliza en el uso de módulos mayoritariamente iguales, para ofrecer como resultado una piel continua, donde la lectura del módulo se diluye en el ritmo establecido. Este efecto se ve reforzado por la decisión de utilizar cajones que formalmente potencien la individualidad de los paños ciegos frente al plano de vidrio de los huecos y frentes de forjado.

Además, el uso del sistema modular ofrece la gran ventaja, en un entorno angosto como este, de permitir la rápida y fácil instalación sin el uso de andamiaje, y con el trabajo realizado desde el interior del edificio.

Premio del Colegio Oficial de Arquitectos de la Demarcación de Burgos en la X edición 2009-2010